sábado, 7 de junio de 2014

Del amor y otros guayabos.

Hoy, levantarme de mi cama era casi que un sacrificio, la cabeza me daba vueltas y sentía que era el fin de mis días. Anoche, después de un año y medio de no ver a mi hermano que es militar, volverlo a ver y compartir risas con él, fue una alegría que me dejo en cama durante todo el sábado; pero lo curioso de este momento es recordar lo vivido en Estados Unidos hace un año y cada una de las experiencias que aprendí.

Mi vida amorosa, no ha sido propiamente la más bonita y la perfecta. He caído varias veces, he llorado y he sentido lo que es decepcionarme de la persona que más quiero en múltiples facetas y situaciones,pero de todo lo que viví y aprendí hace un año, un recuerdo, un valioso recuerdo llego a mi esta mañana que me hizo recuperar una vez más el poder creer en el amor.

Hace algún tiempo, mis Host parents salieron un sábado casual con los amigos, como era natural yo me encargué de los niños prácticamente todo el fin de semana. Al llegar el domingo, debía cuidarlos por que así estaba estipulado en el horario previamente hecho desde el viernes, mi HM bajo y saludo con una cara no muy agradable y volvió a subir en cambio mi HD saludo y estuvo ayudándome un poco. Al rato, me pregunto que sí podía hacerle "el agua milagrosa" para mi HM que tenia "just a little bit of hangover", el agua milagrosa no era nada más y nada menos que agua con limón bien fría, pero para ellos, eso era como agua bendita. Luego me pidió un sabio consejo; mi HM no se sentía muy bien, estaba muy mal y él debía ayudarla. Su cara de preocupación con una mezcla de amor y de protección, me hicieron creer en ese refrán que dice que "el amor lo puede todo" y si, ese día, él, mi HD cocino para todos como siempre solía hacerlo pero para mi HM hubo algo especial, sándwich con papas fritas, litros de helado de chocolate, unas buenas películas al estilo chick flicks, el agua bendita y un domingo sin niños, donde él cuidaba de ella con el amor más grande del planeta.

Ese día,comprendí lo fuerte que puede llegar a ser el amor cuando es puro y verdadero. Es difícil encontrar parejas como ellos en estos tiempos, donde cada vez hay mas divorcios y muchas personas como yo, no creemos en el matrimonio. Ellos, de cierta forma me hicieron creer en ese amor que es para toda la vida, ese amor que está en las buenas y en las malas, ese amor bonito, tierno, respetuoso y solidario del que hablan, pero del que poco se ve en este siglo XXI, atiborrado de egoísmo, tristeza, decepción, mentiras y engaños.

Estoy segura que puede que mi mentalidad frente al matrimonio puede cambiar, obvio, apenas estoy empezando, pero por desgracia, el inicio no ha sido el más cursi del mundo; pero ese día, por primera vez en la vida, creí en ese amor que todo lo puede y que se evidencia, hasta en el más pequeño y delicado detalle.