No more tears; butttt!!

Hoy les hablaré de algo que es de las cosas más duras y difíciles de todo este proceso de ser au pair, la nostalgía y las lágrimas.
Ser una llorona de tiempo completo, no es fácil; y si en mi país de origen (Colombia) era una llorona de tiempo completo, aquí soy la representación exacta de aquel mito Colombiano, la Llorona.
Soy una mujer demasiado sensible y por desgracia me afecta mucho cualquier tipo de cosa, y estando aquí he descubierto que hay una fortaleza interna de cada ser humano, que ante cualquier tipo de reacción nostálgica en un momento de su vida increíble y fascinante se acumula hasta el punto de estallar.
Eso sucede conmigo con mucha frecuencia. Hay momentos donde te sientes solo, y es normal; la familia se convierte en tu soporte, en tu hombro y sobre todas las cosas en tu mano amiga, que te escucha y te entiende. Por eso creo fundamental, hacer unos buenos lazos de comunicación, de respeto y de confianza con tu familia; si te sientes solo, diles; si hay algo que te afecta, coméntales; pero NO te quedes callada, No se alcanzan a imaginar lo bueno que es contarles sus cosas, no solo los problemas de los niños, de la casa o de su estudio, sino también sus relaciones en sus países de origen con sus amigos, sus novios, sus familiares etc.
Quiero compartir con ustedes una experiencia de esta semana, que me ha llenado de felicidad.

Esta semana,  se acabaron las cosas con alguien muy especial en mi país de origen, la distancia es demasiado fría y más estando en la lejanía en la que ando, (Vermont). Así que las lágrimas, la impotencia y el sentimiento de culpa salieron a flote inmediatamente. Al ser una persona demasiado expresiva facialmente, ellos me preguntaron queme había pasado, así que inmediatamente les comente lo sucedido con esa persona, ellos en su total conocimiento de como se estaban dando las cosas, me apoyaron, me abrieron sus abrazos y sus sonrisas para mi. Hasta ahí, todo marchaba bien, hasta que en la noche, me llegaron con helado y nada más que con un nuevo celular para que pudiera estar en comunicación directa con ellos y con mis amigos y familiares en Colombia. La alegría y la emoción de saber que puedo contar con ellos como familia, me invadió totalmente y no he parado de darles las gracias por tanto.

En ese momento comprendí, que por más que nos podamos hacer las fuertes, las valientes y que toda esta experiencia sea completamente nueva, diferente y aún más, vivirla sola; es lógico que a veces saldrán lágrimas por todo, hasta de felicidad como me pasa a mi muchas veces.

Por esto mis queridas niñas, llorar en estos momentos es completamente normal, a veces es hasta liberador pq sale a flote tantos sentimientos que las palabras, las imágenes o las mismas canciones nos impide representarlas.

Respecto a mi situación actual, jajaja les cuento que vamos lento pero seguro, hay días donde estoy llena de energía y otros tantos llena de lágrimas, lo importantes es contar con quien hablar, una mano, un hombro, una sonrisa llenan el alma.

Eso si, no duden de llorar, háganlo, yo creo que hasta terminar esta experiencia uno sabe en realidad pq lloro, o quizás no, pero el llorar no las hará menos débiles ni mucho menos más mujer, las hará sentir humanas, vivas y recordarán pq estan siendo au pair.